jueves, 28 de mayo de 2009

Seguro que pongo una "X" en mi declaración....




Todavía con la boca abierta tras leer las lindezas de Ricardo Benjumea, redactor jefe de la revista eclesiástica Alfa y Omega, un servidor se dispone a manifestar su humilde opinión sobre este tema. Para aquel que no esté enterado (le invito a navegar un poco en la red y leer el artículo de opinión del mencionado hijo de...Dios), Benjumea asume que si el sexo se ha convertido en algo común, habitual entre la gente 'insana y pecadora' (estos dos calificativos son míos, pero más bien podrían proceder de la boca de Benjumea), , la violación debería extraerse del código penal. Es decir, que dejase de estar castigado por la Ley de los mortales.




("Cuando se banaliza el sexo, se disocia de la procreación y se desvincula del matrimonio, deja de tener sentido la consideración de la violación como delito penal").




Unas palabras muy acertadas en una época donde violadores con sus mismas creencias (Irlanda, EE.UU...) se han librado de ir a prisión con simplemente mirar las autoridades eclesiásticas hacia otro lado o pagar una pequeña suma de dinero a las víctimas. Como ante los ojos de Dios todos somos iguales está bien que este señor diga que hay que sacar la violación del código penal. Muchos sacerdotes (obispos...) ya se han librado, mientras que otras 'pobrecillas personas' de la calle han violado a chicas y están en la cárcel. Ya sé, ya sé... esto último chirría un poco, pero es la única clase de barbaridad con la que se puede contestar a este tipo de comentarios.




Parte de los miembros de la Iglesia hacen un flaco favor a una Fe cada vez menos predominante y no hacen más que encasillar las lecciones de Dios en un plano reaccionario y sinsentido. Si sólo ha querido dar propaganda a su manera de entender la religiosidad (ya lo hicieron con la publicidad del lince y el bebé) me parece que la casilla de la declaración para dar parte de mi contribución a un Estadio laico (LAICO, repito) a la Iglesia va a quedar otro año más vacía.




Señores Rouco, Benjumea y compañía... entren en pleno siglo XXI y no sigan diciendo barbaridades para que la gente les haga caso. A ver si algún día, algún degenerado 'viola' a alguno de sus sacerdotes y tenemos un disgusto carnal en esta época donde el libertinaje parece contagiar a todos como la Gripe A.




"Ése es el ambiente cultural en el que vivimos, y, sin embargo, la inmensa mayoría de los españoles consideraría una aberración que se sacara la violación del Código Penal, aunque, a sólo cien metros, uno tuviera una farmacia donde comprar, sin receta, la pastilla que convierte las relaciones sexuales en simples actos para el gozo y el disfrute".






Por mi parte, me quedo con el 'gozo y el disfrute', pero consentido, que si lo quiero de otra forma, no se preocupe que le llamaré señor Benjumea.

martes, 26 de mayo de 2009

Pon un hongo nuclear en tu vida...


Leyendo los periódicos me he encontrado con la noticia de que Corea del Norte ha realizado una nueva prueba nuclear. Y enseguida me ha venido a la cabeza la imagen de Kim Jong-Il. Un tipejo (por no decir algo más fuerte) que parece sacado de una de las peores películas de serie B japonesas (mis respetos al cine de la Tierra del Sol naciente). El 'malo, malote de la película' vuelve a jugar con las vidas de sus desnutridos conciudadanos, y con las de todas aquellas personas que esperan disfrutar con tranquilidad de su corta estancia en este mundo.


Sus sueños de grandeza pasan por matar de hambre a los coreanos del norte y provocar que media Asia (y todo el mundo, si se confirma que sus misiles balísticos pueden impactar en casi cualquier lugar del globo) tenga un serio problema a la hora de conciliar el sueño al pensar que un loco, simplemente pulsando un botón rojo, puede arrasar todo lo que conocen.


Que este peculiar personaje siga al frente de un Estado con poder nuclear deja claro que la ONU, la OTAN o cualquier institución que se precie de salvaguardar la paz mundial han fracasado. Las democracias del mundo deberían hacer frente común y tratar de expulsar a este narcisista, ególatra, endiosado... del poder. Es algo muy complicado viendo que, muy a mi pesar, sólo hay dos soluciones: esperar que se muera (aunque siempre puede haber uno peor que él, vete a saber) o una resolución armada. Aunque esta última nos llevará a una guerra nuclear de trágicas consecuencias.
¿Qué hacer entonces? embargos, sanciones... no creo que valga de nada porque sólo sufriría la población (como hasta ahora). Es el momento para que los gobiernos se reúnan con celeridad y de forma seria. Los ciudadanos votamos a nuestros gobernantes para que decidan y actúen, y no, simplemente, se dediquen a engrosar sus bolsillos (con esto me viene a la cabeza lo acontecido en Reino Unido, pero este es otro tema).


Así que a darle a las neuronas o acabaremos con un par de hongos que no desaparecen con una pomada. Todo lo contrario, dejan el planeta peor de lo que está (que ya es decir). Por todo ello, desde este blog exijo la destrucción total de las armas nucleares (y derivados), para que ningún genocida tenga en vilo a 6.000 millones de terrícolas (y no va a ser el único con tantos países en vías de tener su peculiar 'disuasión' nuclear).