Después de varios escándalos políticos que han mermado, todavía más, la imagen de este colectivo, por fin podemos darles un pequeño (pero sentido) aplauso. Como bien dice el dicho de 'más vale tarde que nunca', nuestra clase política (la mayor parte) se ha puesto de acuerdo y en breve aprobará un proyecto de ley para endurecer las penas contra la violencia machista. El punto clave de éste incluirá con claridad que cualquier crimen en el que haya presente una bebida alcohólica o estupefaciente será juzgado com mayor severidad.
Sí señores, a todos aquellos que se escudaban en que iban bebidos o drogados para justificar, por ejemplo, un vil asesinato, la Justicia, al fin, les podrá decir que su inmoralidad no les viene de ningún factor externo.
Han tenido que pasar mil y un casos que han enfermado al más pintado (por escuchar las declaraciones de los culpables) para que haya existido una reacción. Un enfado general cuando día tras día se escuchaba que las penas eran recortadas porque había de por medio una droga. Increíble, pero cierto. Por esta razón, toda persona con dos dedos de frente debe estar contenta por este proyecto legislativo. Ahora sí, todos a una...plas, plas, plas...
