Queridos flipis (de flipaos):
No me conocéis en persona, pero soy aquel conductor con dos dedos de frente (no hacen falta muchos más) cuando se coloca detrás de un volante. Os redacto esta carta para comunicaros que en unos días me voy a poner al volante para poder desplazarme (con tranquilidad, si puede ser) a mi lugar de vacaciones. Sé que en ocasiones, en mi rutina diaria, nos hemos encontrado por las carreteras y mi cara no ha sido precisamente de buenos amigos.
Vuestras continuas maniobras a trompicones (nunca acompañadas de intermitente), tu obsesión por ver lo más de cerca posible la parte trasera de mi vehículo (¿qué será eso de la distancia de seguridad?), tu velocidad inadecuada y desmanes hacia aquellas personas que conducen de forma razonable... han generado hacia ti una animadversión que no puedo ocultar. Por todo ello, te pido perdón. En estas fechas en las que existen millones de desplazamientos, espero que tanto tú como yo hagamos el esfuerzo de llevarnos bien.
Si es así, encontrarnos en cualquier carretera será un placer. En cambio, si persistes con tu actitud chulesca y suicida, espero fervientemente que alguien de verde sea capaz de detenerte y mostrarte lo equivocada que es tu conducción.
Sin otro ánimo que el de desearte unas felices ( y bien ganadas) vacaciones se despide el autor de este blog.
P. D. Un saludo especial a todos aquellos 'pintas' y 'macarras' que han puesto de moda (muy al pesar de la marca) los BMW de gran cilindrada. Muchachos, menos musiquilla alta y mangas de camisa, y más atención a la carretera.
