miércoles, 7 de abril de 2010

Este muerto está muy vivo

Hoy he escuchado por la radio una noticia de lo más cómica por su semejanza con la película "Este muerto está muy vivo" (aunque su trasfondo es más propio de una historia macabra y dramática). Dos señoras de avanzada edad han querido colar en un avión de pasajeros el cadáver del marido de una de ellas, fallecido días antes. Para ahorrarse los trámites de la repatriación, las dos ideólogas colocaron el cadáver en una silla de ruedas y le pusieron unas gafas de sol. Subieron en un taxi hasta llegar al aeropuerto y allí trataron de engañar al personal de vuelo con que el pasajero iba dormido. La policía comprobó que no.

En estos tiempos de crisis en el que la gente hace lo que sea para ahorrarse un euro no es de extrañar este tipo de cosas, aunque si yo fuera familiar de una de estas señoras llevaría cuidado dónde estiro la pata. Aunque si me pagan un crucero no creo que le molestara mucho a mi cadáver.