Después de casi atragantarme leyendo la siguiente información: "La policía detiene por robo en Madrid a El Rafita, CONDENADO por violar, atropellar, matar y prender fuego a Sandra Palo en 2003", quisiera que todos reflexionemos (más si cabe aquellos que se encargan de modernizar la legislación jurídica actual).
La noticia no deja dudar a dudas, el tal Rafita (Rafael García Fernández, para más señas) fue condenado por aquel brutal crimen, pero siete años después sigue haciendo fechorías. Sí señores, este sujeto, que en 2003 tenía 14 años (edad mental suficiente para saber que violar, atropellar, matar y prender fuego a una persona no está bien) ya apuntaba maneras sin que la Justicia se quitara la venda de los ojos y lo encerrara de por vida.
Al contrario, cuatro años de internamiento en régimen abierto en un centro de menores (muy light para la brutalidad cometida) y tres años de libertad vigilada no le han servido para nada (obvio). Ni reinserción ni arrepentimiento. Un DEgenerado NINI que ni tendría que tener libertad en lo que le resta de vida ni ningún tipo de concesión jurídica (una Justicia, repito, muy benévola con este canalla).
Ahora que le han pillado robando un coche con unos colegas, espero que esta Justicia que tanto me asombra (y no para bien) le condene como es debido, y que, al menos, pise la cárcel y le traten allí (lo siento por el rencor que guardo) como se merece.
