Hoy han llegado hasta mis ojos dos informaciones que me han hecho, como mínimo, sonreir. El primero tiene que ver con el ex alcalde de pedáneo de Benamahoma, en Grazalema (Cádiz). El pobre hombre ha tenido que dimitir por contratar una 'bruja buena' para purificar el lugar donde fusilaron a 150 partidiarios de la República Española durante la guerra civil. Caballero, está muy bien el rito ancestral de la noche de San Juan, que todo lo purifica, pero en pleno siglo XXI no podemos ir llamando al mundo mágico cada dos por tres. Tenemos muchos problemas (crisis, hipocresía, desigualdad, ni nis...), pero el otro mundo también tiene los suyos (Sauron, la bruja del norte...). Así que si su deseo es el de honrar a unas personas que murieron asesinadas por sus ideales, hágalo de otra forma. Deje en paz a la bruja buena, que seguro que tiene otros menesteres más interesantes.
Por otro lado, el Banco de España ha dado a conocer hoy el siguiente dato: Todavía quedan 1.733 millones de euros en pesetas sin cambiar. Viendo esa cifra hago un cálculo rápido. Muchos que todavía no fian de la Unión Europea y 'su' euro esperan que todo se venga abajo, y otros, que no saben como sacar de su escondrijo el dinero negro, esperan a que la crisis pase para ver dónde colocan el antiguo capital.
Señores, esta es una sociedad donde la economía sumergida es vital para muchos empresarios sin escrúpulos. Y en esta cifra se ve claramente. En tiempos de crisis no hay más que echar un vistazo y verán como hay muchas empresas que pagan bajo mano y evitan ayudar a un Estado que necesita la ayuda de todos para reaccionar. Además, con tanto dinero en la sombra, ¿no es normal que la economía esté más que atrofiada? Esa cantidad la conocemos, pero... y los euros sin declarar que están a buen recaudo para que la Hacienda nacional ni los huela.
